Solo me queda agradecer.
Ha sido un #salóndellibroteatral emocionante. Me llevo para mi pueblo (Morón de la Frontera) el Premio Irreverentes de Comedia; pero lo que sin duda es más importante, me acompaña un equipaje donde se confunden los libros con los abrazos.
Necesitábamos vernos.
Necesitábamos constatar que seguíamos ahí.
Gracias a todos los editores de teatro por invitarnos a resistir.
Gracias, Irreverentes, por crear familia.
Gracias Autoras y Autores de Teatro,
por acogernos con luces en los ojos y por regalarnos vuestra impecable organización.
Y aunque el teatro también se lee, ahora más que nunca debemos constatar que también se representa. Oído a producción: la autoría ha puesto sus cartas sobre la mesa. Necesitamos la complicidad al otro lado del papel en blanco. Vamos a por ella.